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Madre Divina

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Madre Divina

sábado, 3 de abril de 2010

El CIRIO DE LA MEDITACION

En este texto el Maestro  nos da  una interesante descripcion de lo que constituye la verdadera meditacion (Dhyana). 


Entro a mi templo de investigaciòn espiritual. Para descubrirte, he abandonado todas mis demàs 
obligaciones. Acosado por las tinieblas, pero sin temor, ando a tientas buscàndote y llorando por Tì.
¿Me vas a dejar sòlo?  ¡Revèlateme!.

La puerta de los recuerdos se abre de par en par. Te busco entre la abigarrada multitud, pero no 
apareces. ¡Detente, oh torrente de incontables pensamientos y pasadas experiencias! ¡No entres a mi
santuario!.

Cierro con firmeza la puerta desquiciada por la presiòn de los pensamientos, y fijo mi mente sòlo en Tì.

Al percibir la luminiscencia astral de un pequeño cirio de profunda concentraciòn, murmuro una larga
plegaria, pero las làgrimas de mì corazòn y el hàlito de mis sùplicas, estàn a punto de apagar el santo 
cirio.

Ya no rezo con palabras, sino sòlo con un vivo anhelo. Le ordeno a mi respiraciòn que no haga ruido,
y a mi amor por Tì le reprocho su turbulencia. Sobre la mullida quietud Te adoro silenciosamente.

El cirio de la meditacion arde ya con màs firmeza. Una Luz Divina se va haciendo cada vez màs brillante.  ¡Aprehendo Tu presencia!  ¡Tù eres yo!

En jùbilo Te reverencio.   

Paramahansa Yogananda. Susurros de la Madre Eterna. 










 

4 comentarios:

  1. Con dedicatoria especial para todas las personas que leen este blog y practican asiduamente la meditaciòn, que es el alimento para el alma y la voz silenciosa del Divino.

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  2. Gracias Antonio, es un texto hermoso que nos lleva al silencio y la profundidad de la meditación.
    Un abrazo.

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  3. Qué belleza, querido Antonio, y qué maravilla a la hora de exponer todas las inquietudes y pensamientos que intentan alejarnos de la quietud y el silencio, de la Presencia.

    Un abrazo grande

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  4. Yogananda siempre nos lleva, por el camino de la devoción, a ese lugar dentro de sí mismo que el alma guarda: la Luz Divina que se va haciendo cada vez más brillante.
    Gracias, Antonio, por compartir estos susurros que provienen del Silencio... Un abrazo.

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