A veces permanecemos en silencio;
pero en nuestro interior discutimos fuertemente
confrontàndonos con nuestros interlocutores imaginarios,
luchando con nosotros mismos.
Mantener nuestra alma en paz implica gran sencillez:
no pretender grandezas que superen mi capacidad.
Hacer silencio es reconocer que mis preocupaciones no pueden mucho.
Hacer silencio es dejar a Dios lo que està fuera de mi alcance y de mis
capacidades. Un momento de silencio, incluso muy breve, es como un
descanso sabàtico, una santa parada, una tregua respecto a las preocupaciones.
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Desde ese silencio ...
ResponderEliminarUn beso, Sina
"Hágase tu Voluntad" y silencio...
ResponderEliminarDesde esta paz, un fuerte abrazo, amigo Antonio
Silencio para simplemente: ser. Humildad para dejar ser.
ResponderEliminarCariños, Antonio.
Saludos Sina, Joy, Ingrid. La razòn, la pura razòn no es suficiente para realizar la verdad. Existe la senda de oro, y èsta es el silencio.
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