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Madre Divina

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miércoles, 17 de febrero de 2010

Contemplaciòn

Abenarabi afirmaba que no alcanzarìa el grado supremo de la contemplaciòn quien pretendiese
llegar a èl a travès del mundo. Miguel de Molinos advertìa que el camino de la contemplaciòn
era de pocos, puesto que supone la muerte de los sentidos y no son muchos los que asì quieren
vivir; solo aquellos que se recogen en el interior de la soledad y de su silencio podràn recorrerlo.
No hablando, no deseando, no pensando, se llega al verdadero y perfecto silencio del mìstico, en 
el cual, habla Dios con el anima, se comunica y le enseña en su màs ìntimo fondo la màs perfecta
sabidurìa. 

3 comentarios:

  1. No hablando, no deseando, no pensando... Este último siendo a mi criterio el más difícil dominar.
    Perder el miedo a la soledad.
    Dejarse llevar...
    Volverse grande, encontrarse, ser Uno con Dios.
    ¿Cómo volver atrás?

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  2. Asì es Ingrid, dominar los pensamientos es lo màs dìficil de lograr para nosotros los neofitos, puesto que la naturaleza humana està orientada hacia la atenciòn exterior. Buscar el silencio interior es un trabajo tesonero de toda una vida. Por eso es importante recibir la enseñanza de un autèntico maestro espiritual, para que nos sirva de guìa en este escabroso sendero de retorno hacia el Divino. Perder el miedo y dejarse llevar, para lograr el encuentro, y dejar de ser el hijo pròdigo.

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  3. En efecto, el llamado es a ser, no el hijo pródigo sino el Padre. Leí un libro sobre esto de Henri J. M. Nouwen.(Sacerdote) "El regreso del hijo pródigo" El se impresiona por el cuadro de Rembrandt y concluye cómo durante nuestro viaje (hijo menor, hijo mayor, observador)el sentido, la paz se halla volviéndose Uno con el Padre. Siendo el Padre.

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